Dos estrellas en mi firmamento brillan,
dos luceros en la oscuridad,
dos deseos que mucho anhelaba,
dos esperanzas hechas realidad.
Dos aves que ensayan su trino,
dos aves con dulce cantar,
dos aves que inician su vuelo
dos aves que anhelan el vuelo alcanzar.
Los dos son el rayo, la tormenta, el huracán.
Los dos son ternura, alegría, bondad.
Los dos son el remolino, la lluvia, el trueno.
Los dos son la calma,...después de la tempestad.
¡Benditos regalos que me dio la vida!
con nada en el mundo los puedo pagar.
Le pido a la vida que me dé más vida,
para que esta dicha pueda disfrutar.
¡Benditos regalos que me dio la vida!
Xalapa Verano del 2005 Francisco Javier Aguirre Beltrán